La OMS define la actividad física como “todo movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere consumir energía”. Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar: caminar, montar en bicicleta, practicar deportes y participar en juegos y actividades recreativas.
Las Directrices de la OMS sobre actividad física y comportamientos sedentarios, aconsejan realizar actividad física regular ya que esta aporta beneficios para la salud también durante el embarazo y el posparto. Practicar ejercicio durante este periodo promueve un mejor estado de salud de la mujer, reduciendo el riesgo de preeclampsia, hipertensión, diabetes gestacional, ganancia de peso excesiva y de depresión posparto. También es beneficioso para el feto, ya que reduce las complicaciones en el parto y, además, no tiene efectos adversos en el peso del recién nacido al nacer ni riesgo de muerte prenatal.
Sin embargo, se desaconseja la realización de actividad física sin supervisión en casos de mujeres con enfermedades cardiacas o pulmonares, embarazos con factores de riesgo de parto prematuro, embarazos múltiples o anemia severa, entre otros.
Es recomendable el asesoramiento por parte de un profesional cualificado sobre el inicio o mantenimiento de la actividad, así como de la intensidad, duración y frecuencia de la misma.
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) destaca que el farmacéutico, como profesional sanitario que es, puede realizar una serie de recomendaciones desde la oficina de farmacia a las mujeres embarazadas o en periodo de postparto sobre la realización de actividad física, siempre y cuando no existan contraindicaciones para ello. Entre dichas recomendaciones encontramos:
- Realizar 150 minutos o más a la semana de actividad aeróbica de intensidad moderada
- Alternar la práctica de actividades tanto aeróbicas como de fuerza
- Incluir ejercicios de estiramiento suave para mejorar la circulación, la movilidad y la flexibilidad
- Ejercitar los músculos del suelo pélvico a diario para evitar la incontinencia urinaria
- Se debe comenzar con pequeñas dosis de actividad física, para ir aumentando gradualmente su duración, frecuencia e intensidad
- Si la mujer antes del embarazo realizaba actividades de alta intensidad o seguía una vida muy activa, puede seguir practicando estas actividades durante el embarazo y el postparto siempre que no suponga un alto impacto ni un riesgo de caídas. Siempre es necesario que reciban seguimiento y consejo por parte de un profesional sanitario especializado
Además, durante el embarazo, se deben tener en cuenta una serie de consideraciones para la que práctica de actividad física no suponga un riesgo ni para la mujer ni para el bebé:
- Limitar las actividades en ambientes muy calurosos o de excesiva humedad
- Procurar una correcta hidratación antes, durante y después del ejercicio físico
- Evitar las actividades que impliquen gran equilibrio, ya que hay mayor riesgo de caídas
- Evitar las actividades que puedan comprometer la correcta oxigenación (como actividades a mucha altura o el buceo)
- Intentar disminuir las actividades de alto impacto, así como los deportes de raqueta, que pueden implicar riesgo de traumatismo abdominal
- No se recomienda la posición supina (boca abajo) después del primer trimestre
Tras el parto, es recomendable volver a la práctica de actividad física de forma gradual y bajo la supervisión de un profesional sanitario. En el caso de cesáreas, se deben esperar unas semanas más.
En conclusión, la práctica de actividad física es clave para que el embarazo se desarrolle en las mejores condiciones y la recuperación postparto sea más rápida.
- Accede para consultar las directrices de la OMS en este enlace.