El Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Infanta Elena anima a las personas que van a participar estos días de Semana Santa como costaleros a seguir una serie de consejos de salud, con el objetivo de evitar la aparición de determinados problemas y lesiones provocados por el esfuerzo de cargar los pasos durante su recorrido.
Según ha informado la Junta de Andaucía, estas labores son físicamente muy exigentes, teniendo en cuenta que la media de peso soportado durante la salida procesional suele rondar los 30 o 35 kilos, que recaen directamente sobre la séptima vértebra cervical, por lo que resulta esencial cuidar de la salud y el bienestar de quienes participan en estas actividades. Un riesgo al que hay que sumar que el 75% de ellos no pasa ninguna revisión médica previa antes de meterse debajo de un paso.
De esta manera, las lesiones más habituales en estos días son las sobrecargas musculares y las contracturas, fruto del esfuerzo continuado durante varias horas, el daño y la inflamación que registran las articulaciones o el posible agravamiento o aparición de hernias discales en las vértebras cervicales y lumbares, así como el posible atrapamiento, en los casos más complejos, de raíces nerviosas de los miembros superiores.
Por todo ello, desde la Unidad de Traumatología del Hospital se quiere recordar a las personas que durante estos días ejercerán como costaleros la importancia de contar con una buena forma física antes de la salida procesional.
En este sentido, la Unidad de Traumatologías subraya la necesidad de adoptar un programa específico de fortalecimiento muscular y cardiovascular que les dote de la suficiente resistencia, además de un reconocimiento médico previo, con el fin de descartar posibles patologías que puedan aflorar con un esfuerzo de esa magnitud.
Los especialistas han valorado muy positivamente la realización de los ensayos previos, que les ayudan a alcanzar una perfecta coordinación, ya que suponen, además de cierto entrenamiento para soportar el peso, una forma de evitar la mala distribución de la carga y los sobreesfuerzos. Todo con el objetivo de evitar los problemas derivados de una mala postura del cuello al apoyar la trabajadera, que puede llegar a producir parestesias en el miembro superior, esto es, adormecimiento o falta de sensibilidad por un mal apoyo, habiéndose convertido en una de las lesiones habituales.
Desde la Unidad se quiere animar a los que saldrán estos días como costaleros a realizar de forma previa a la salida una serie de ejercicios de estiramiento, especialmente para la espalda, piernas y abdomen, con el fin de evitar sobrecargas a la hora de la procesión, así como a proteger las zonas sensibles con fajas protectoras para la zona lumbar, evitando así la aparición de lesiones y hernias discales, así como el uso de calzado adecuado.
En cuanto a la técnica de carga, es necesario adoptar el procedimiento adecuado a la hora de cargar el paso. En este sentido, se aconseja flexionar las rodillas y mantener la espalda recta al levantar el peso, distribuyéndola de manera equilibrada para evitar el sobreesfuerzo en una sola parte del cuerpo. Mantenerse bien hidratado es también esencial, por lo que se recomienda beber agua regularmente y consumir alimentos ricos en nutrientes que proporcionen energía, como frutas, verduras y proteínas.
El descanso, tal y como han recomendado los traumatólogos, resulta también vital para la recuperación muscular, “por lo que los costaleros deben asegurarse de dormir lo suficiente esos días y tomar descansos durante las jornadas de carga para evitar la fatiga. Y, sobre todo, han destacado los especialistas, “lo más importante es prestar atención a las señales del cuerpo. Si sienten dolor o molestias, deben detenerse y buscar atención médica si es necesario, ya que ignorar el dolor puede llevar a lesiones más graves”.
Por su parte, desde el centro sanitario se anima a las personas que van a participar estos días en las fiestas de Semana Santa y que presentan patologías crónicas a mantener una serie de medidas y hábitos saludables, con el fin de evitar o reducir el riesgo de complicaciones de salud.