La ministra de Sanidad, Mónica García, ha afirmado que no hay disputa alguna entre la sanidad pública y la sanidad privada, pero matiza y deja claro que si es contraria a la privatización de la sanidad.
En una entrevista en el diario Público, García reflexiona en esta entrevista sobre los sistemas público y privado de salud y la mejor manera de hacer que el primero vuelva a situarse como un referente en materias como la atención primaria, la garantía del derecho al aborto o el papel de los centros de salud como primera línea de detección y combate contra la violencia machista.
También aborda, desde su papel como líder de Más Madrid, sobre la necesidad de «librarse del corsé de la unidad de la izquierda» para avanzar hacia la «fraternidad» y hacia la «cohesión» basada en el «objetivo común».
García destaca que «desde que entramos en el Ministerio lo que hemos iniciado es una senda transformadora en nuestro Sistema Nacional de Salud. Hay una parte, que creo que tenemos pendiente, que tiene que ver con la privatización y con la garantía de que todo el dinero destinado a la salud vaya realmente al cuidado de nuestros ciudadanos. Hemos visto durante una pandemia cómo hay personas y empresas que se aprovechan de la salud de otras, de la situación de la sanidad de nuestro país, para hacer caja».
«Estas personas y empresas permiten que fondos de inversión y fondos buitre especulen con la salud y eso es lo que queremos limitar con esta ley. Queremos limitar todas estas privatizaciones que ya han demostrado en otros países, como puede ser Inglaterra, que han producido aumentos de la mortalidad y una disminución de la calidad. Nosotros en nuestro país le podemos poner coto a esto para cuidar lo que consideramos que es la joya de nuestra corona. ¿Cómo? Poniendo en el centro la salud de las personas, frente a quienes quieren poner en el centro su mercantilización».