En un momento histórico marcado por la creciente inestabilidad global y los desafíos internos que enfrenta la Unión Europea, el monarca no dudó en reafirmar el compromiso de España con el proyecto europeo. «Europa —la idea de Europa— es una parte esencial de nuestra identidad compartida, del legado que debemos a las generaciones venideras», subrayó. Desde el Palacio Real, una de las principales novedades del mensaje de Navidad 2024, sus palabras resonaron como un recordatorio de la relevancia de la unidad en tiempos convulsos.
«Buenas noches y gracias por permitirme acompañaros unos instantes en una noche tan especial, de encuentro y celebración, que os deseo, junto a la reina, la princesa Leonor y la infanta Sofía, que sea feliz y tranquila». Con estas palabras cargadas de calidez y cercanía, el rey Felipe VI inició su tradicional mensaje de Navidad 2024. Pero pronto quedó claro que su intervención iba a centrarse en algo que trasciende las fronteras de España: la importancia de Europa como baluarte de los valores democráticos, los derechos humanos y el bienestar social.
La DANA: solidaridad en acción
Antes de profundizar en su reflexión sobre Europa, el rey dedicó un emotivo homenaje a las víctimas de la reciente DANA que devastó varias zonas del este y sur de España. Recordó con tristeza a las personas que perdieron la vida y reconoció el esfuerzo heroico de vecinos, voluntarios y cuerpos de seguridad que, con solidaridad y humanidad, ayudaron a las más de 800.000 personas afectadas a recuperar algo de normalidad.
Este episodio de destrucción sirvió al rey como ejemplo de cómo la acción colectiva y el bien común deben ser los pilares de nuestra convivencia. «La fuerza abrumadora de la solidaridad y de la humanidad” demostrada en esos días es un reflejo de los valores que también caracterizan al proyecto europeo.
Europa como baluarte en un mundo incierto
En un contexto de tensiones geopolíticas, crisis climáticas y retos migratorios, Felipe VI instó a proteger y fortalecer los fundamentos de la democracia liberal en el seno de la Unión Europea. «En un mundo necesitado de actores fuertes y cohesionados, Europa sigue siendo nuestra referencia más valiosa», afirmó. Además, destacó la necesidad de colaborar estrechamente con los países de origen y tránsito para gestionar la inmigración de manera digna y eficaz.
El monarca subrayó que el diálogo y el consenso deben prevalecer para garantizar la cohesión social y afrontar los desafíos comunes. También reconoció el papel crucial de España como actor clave dentro de la Unión Europea, llamando a mantener una postura firme y comprometida con los principios fundacionales de la misma.
Jóvenes y vivienda: pilares de un futuro prometedor
Otro de los puntos destacados del discurso fue la preocupación por el acceso a la vivienda, especialmente para los jóvenes. «Facilitar el acceso a la vivienda en condiciones asumibles es la base para la seguridad y el bienestar de tantos proyectos de vida», recordó. Hizo un llamado a la reflexión y el diálogo entre todos los actores implicados para encontrar soluciones que permitan a las nuevas generaciones construir su futuro con esperanza.
La juventud también fue protagonista al ser reconocida como el motor del cambio. Felipe VI destacó su papel en la vanguardia de la ciencia, el deporte y la solidaridad, instando a los jóvenes a liderar con valentía en los ámbitos nacional e internacional.
La serenidad como base del consenso
Felipe VI abordó también la importancia de mantener la serenidad en la esfera pública para fortalecer el consenso y la confianza en las instituciones. «No podemos permitir que la discordia se convierta en un constante ruido de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía», enfatizó. La reciente reforma del artículo 49 de la Constitución, dedicada a las personas con discapacidad, fue presentada como un ejemplo de lo que se puede lograr mediante el diálogo constructivo.
Un mensaje de optimismo
El rey concluyó su intervención con un mensaje de esperanza. «La memoria del camino recorrido, la confianza en el presente y la esperanza en el futuro son una parte ineludible, acaso la más valiosa, de nuestro bien común», declaró. Instó a todos los españoles a trabajar juntos por un futuro que refleje los valores de solidaridad y unidad que definen tanto a España como a Europa.
Con su discurso, Felipe VI reafirmó su papel como garante de la cohesión y la convivencia, recordando que el bien común, tanto a nivel nacional como europeo, es la clave para superar los retos del presente y construir un futuro prometedor.