Una investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha determinado que una dieta rica en hidratos de carbono y grasas, y baja en fibra, junto a factores como la ansiedad, el estrés, la vida en entornos urbanos o la edad, pueden incrementar el riesgo de padecer trastornos inflamatorios intestinales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.