La ministra de Sanidad, Mónica García, ha destacado que el Gobierno aboga por un «liderazgo público» en la industria farmacéutica para «guiar y alinear los intereses de la sociedad», dirigiendo la innovación a aquellas «áreas prioritarias», como son las terapias avanzadas en enfermedades raras o las resistencias antimicrobianas.
García hizo esta apuesta durante la clausura de la jornada ‘La regulación económica de la Industria Farmacéutica’, celebrada en Madrid y organizada por Farmaindustria y la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).
García ha destacado que el modelo de la industria farmacéutica en España también debe cimentarse en el Sistema Nacional de Salud, “descentralizado, de excelencia y que se encuentra ahora mismo estrechamente ligado al liderazgo actual en lo que a ensayos clínicos se refiere”.
La evidencia científica ha demostrado que la innovación en medicamentos no es un gasto, sino una inversión, una inversión con retornos medibles desde la triple perspectiva sanitaria, económica y social. De hecho, cada euro invertido en medicamentos ahorra entre 2 y 7 en otros gastos sanitarios y suma ahorros indirectos en productividad y otros costes sociales.
El impacto de los nuevos fármacos va a ser aún mayor con los avances que se están produciendo en la ciencia biomédica y su traducción en nuevas terapias y nuevos mecanismos de acción que conducen a la medicina de precisión y a un nuevo paradigma en el tratamiento de la enfermedad. Estos nuevos tratamientos han venido para revolucionar la forma en la que hasta ahora estaban siendo tratados los pacientes y deben implicar también una revolución en la forma de medir su valor,como señala el informe El valor del medicamento desde una perspectiva social, elaborado por la Fundación Weber.
En este sentido, el presidente de Farmaindustria, Jesús Ponce, ha afirmado que “la regulación farmacéutica debe facilitar que la innovación biomédica esté disponible para todos los pacientes y que se construya en base a un fin último: servir a la sociedad”.
“Debemos garantizar que la propuesta de revisión de la legislación farmacéutica y de propiedad industrial satisface las necesidades de los pacientes, sistemas sanitarios y Estados miembros sin menoscabar el actual ecosistema de innovación en Europa, mejorando al mismo tiempo la competitividad perdida de nuestra región frente a terceros países en las dos últimas décadas”, ha dicho refiriéndose al contexto europeo.
Bajando al terreno nacional, Ponce se ha referido a los reales decretos de evaluación de tecnologías sanitarias y de precio y financiación que se han anunciado por distintas autoridades del Ministerio de Sanidad, lo cuales “deben contribuir a establecer un sistema regulatorio de la industria farmacéutica robusto, objetivo, participativo, transparente y moderno”.
“Queremos trabajar con la Administración, con el sistema sanitario y la comunidad científica y con el conjunto de la sociedad para poner al medicamento en el lugar que le corresponde y definir la estrategia adecuada para que España cuente con el tejido productivo e investigador que se merece”, ha concluido el presidente de Farmaindustria.